Cuando el norte se vuelve sur

Es como haber atravesado un huracán. Casi como eso. 

Tuve todo en mi cabeza en desorden 

“Cuando el norte se vuelve sur”

En ese momento en el que todo lo que tiene sentido deja de tenerlo 

Es un momento muy extraño, y principalmente difícil de explicar 

Formar una oración que signifique algo con coherencia parece una utopía, pero no por haber perdido la cabeza, sino más bien porque este mundo es absurdo. Y nuestra vida es tan mínima, qué tan difícil es ser alguien mínimamente memorable. 

“La realidad del caso es que no hay salida” 

Justo así se siente, como ir corriendo por un laberinto infinito del que no hay salida 

Y llega ese momento en el que te das cuenta de eso y es ahí cuando se puede ver más claramente cuál es la verdadera conexión a tierra 

Nos damos cuenta qué es lo que nos mantiene conectados a una misma raíz 

Y si al menos eso, si al menos lo que hacemos lo hacemos desde ese sentimiento, es más fácil empezar a notar sonrisas familiares. No somos una sola persona luchando contra el mundo entero. La vida no es una lucha, la vida es estar en paz, ser feliz es una gran revolución. Ser consecuente con los ideales y sobre todo saber amar. 

Mi conexión a tierra es muy fuerte, y aún así estuve a punto de perderme. Ahora no tengo idea de cuales van a ser mis caminos. Si la idea que tenía tiene sentido todavía. No sé con certeza que va a pasar, no puedo leer mi futuro. Pero sé que me voy descubriendo, que voy reconociéndome y que mi rumbo va a ser el que yo recorra y ese va a estar bien, va a estar bien porque no pienso descuidar mis prioridades, el amor que me rodea, y la paz que siento. 

Ahora sé distinguir a quienes quiero cerca y a cuales emociones les voy a dar fuerza y a cuales no. 

No significa que no pueda volver a perderme, solo que espero que sea cada vez más difícil no poder encontrarme de vuelta